Al final de la Guerra de los Treinta Años (1618-1648), el general sueco Konigsmark, trajo un regalo especialmente valioso a la reina Cristina de Suecia como botín de guerra, sabiendo la gran mecenas de las artes que era su monarca. Este regalo era un libro considerado como muy valioso y con una historia realmente particular, de hecho fue un de los acontecimientos curiosos más importante del año en la corte sueca que hizo ...