Es una enredadera oriunda del archipiélago de Filipinas. Es muy conocida también por el nombre “Parra de jade turquesa” en honor a su intenso y hermoso color. Su hábitat natural es la quebrada de las montañas. Lamentablemente y a causa de la deforestación de bosques, la flor de jade se encuentra en grave peligro de extinción. Su hábitat natural, tan castigado, la está volviendo vulnerable tanto a ella como a sus polinizadores. A esta enredadera la polinizan murciélagos.